Pixar nos tiene acostumbrado a maravillosas películas para todos los públicos, donde cada uno puede encontrar un mensaje más o menos profundo dependiendo de la edad, y en contadas ocasiones fallan. Con Coco consiguen una emotiva historia que podríamos equiparar a UP.

Un niño mexicano que siente amor por la música y en especial por la música de su ídolo, Ernesto De la Cruz, que murió en un desafortunado accidente en el escenario. Pero su amor por la música choca de lleno con la prohibición de su familia, que no quiere saber nada de este rte desde que su bisabuelo abandonase a su familia para dedicarse al mundo del espectaculo. Un accidente llevará a este niño al mundo de los muertos para conocer a su ídolo.

La película sigue la estela de UP con momentos de comedia combinados con momentos dramáticos en su justa medida, demostrando lo bien que le tiene tomado el pulso a este formato la factoría de Pixar. La música también está muy bien integrada, sin llegar a cansar a los que no les gustan las canciones en medio de la
película y usándose por acompañar a la historia en los momentos necesarios.

Los actores escogidos cuadran perfectmente con los personajes y podemos encontrar a Gael García Bernal, Edward James Olmos y Benjamin Bratt, un elenco muy bien escogido, que ayuda a l hora de empatizar con los personajes. Un clásico instantáneo de Pixar.

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