A estas alturas ya deberíamos estar acostumbrados a que se hagan películas interesantes de terror en Sudamérica, pero parece que aún seguimos teniendo grandes prejuicios y nos sorprendemos cuando llegan producciones como esta desde Brasil.

Un hombre que trabaja en un depósito de cadaveres tiene la capacidad de poder hablar con los muertos. Tras un incidente con un mafioso, desvela algo que le ha dicho un cadaver y esto desata una maldición sobre él y sobre su familia.

La película tiene momentos en los que se nota un poco de falta de presupuesto, pero en general casi todas las escenas están bien resueltas, y el resultado es una interesante mezcla entre El Sexto Sentido y las películas de espíritus tipo Expedienre Wareen o Insidious

Casi dos horas de terror de espíritus que sin ser una película que recordaremos con los años, si que es entretenida y cumple sobradamente con su objetivo de regalarnos un par de sustos.

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