Sitges 2017: Muse
Jaume Balaguero suele ser como una máquina perfectamente engrasada, sus películas tienen una factura impecable y suele conseguir un ritmo perfecto para que no decaiga la tensión. En Muse todo funciona como debería, pero para mi lo que falla es la historia, que desde el momento que se empieza a descubrir que está pasando, perdí por completo el interés.
No he leído el libro, entonces no se bien donde está el problema, pero la historia que cuenta la película no consiguió atraparme, a pesar de que todo lo demás cumple sobradamente.
A veces después de ver tantas películas cuesta diferenciar si la película no funciona o la saturación hace que no la puedas apreciar, pero yo al menos no conecté para nada con ella.