Sitges 2025: La città proibita
La città proibita, dirigida por Gabriele Mainetti, es una obra que, a pesar de sus altibajos, ofrece una experiencia visualmente impactante y emocionante. Como seguidor de Mainetti, llegué a esta película con altas expectativas, especialmente tras disfrutar de su anterior trabajo, Freaks Out. La comparación es inevitable, ya que Freaks Out ya había demostrado el talento del director para mezclar humor, acción y una narrativa intrigante. En La città proibita, Mainetti sorprende con su habilidad para crear escenas de artes marciales que podrían haber sido perfectamente dirigidas por un cineasta asiático, gracias a su dominio en las coreografías y la cinematografía.
La película ofrece momentos destacables en los que el ritmo se mantiene electrizante, con escenas de acción bien coreografiadas y filmadas con maestría. Estas secuencias son un verdadero deleite para los amantes del género, ofreciendo una experiencia cinematográfica que no decepciona. Sin embargo, el intento de introducir una comedia romántica en el entramado narrativo termina por desequilibrar la película. Este giro inesperado en el tono y enfoque se siente como un bajonazo de ritmo importante, alejándose del enfoque inicialmente prometedor de acción y aventura.
A pesar de estas dificultades, La città proibita no es ni mucho menos una mala película. Mientras que podría haber sido mucho más si hubiera mantenido un enfoque más claro en la acción, la película sigue siendo un interesante ejercicio que vale la pena ver. La città proibita es un testimonio de la versatilidad y el talento de Gabriele Mainetti, aunque con algunos tropiezos que podrían haberse evitado.
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