
BCN Film Fest 2025: La primera escuela
La primera escuela, del director Éric Besnard, es una película sencilla y emotiva que nos invita a mirar con otros ojos el acto de enseñar y aprender. Inspirada en hechos reales, la historia transcurre en una pequeña escuela rural donde un grupo de niños a los que sus padres no quieren llevar a la escuela porque no le ven sentido, encuentra un espacio de confianza y respeto para desarrollarse. Pero lo más interesante es que no solo los niños aprenden: también los adultos que los acompañan se transforman profundamente en el proceso.
Besnard aborda este relato con una sensibilidad muy especial. La película evita el sentimentalismo fácil y apuesta por una narración pausada, casi documental, donde lo que importa no es tanto la trama como los vínculos que se construyen día a día entre los personajes. Los espacios naturales que rodean la escuela, la luz suave y la ausencia de artificios refuerzan esa sensación de intimidad y autenticidad.
El reparto, en su mayoría no profesional, contribuye enormemente a esa naturalidad. Los niños no actúan, simplemente son, y eso da al conjunto una fuerza emocional que muchas películas más “pulidas” no consiguen. La maestra, interpretada con contención y calidez, se convierte en el hilo conductor de una historia que habla de empatía, de confianza y de dar tiempo a quienes más lo necesitan.
La primera escuela es una de esas películas pequeñas que dicen mucho. Habla de educación, sí, pero también de humanidad. De cómo el acompañamiento respetuoso puede cambiar vidas, incluso en contextos difíciles. No tiene giros ni fuegos artificiales, pero deja una sensación de esperanza sincera que perdura al salir del cine. Muy recomendable para quienes creen que, a veces, lo más revolucionario es simplemente escuchar.