Sitges 2025: Vieja loca
Vieja loca, dirigida por Martín Mauregui, es una película que promete desde su inicio con una madre con problemas mentales, interpretada por Carmen Maura, que tiene que pasar la noche con el exnovio de su hija. Los dos personajes son los que llevan el peso de la película como casi únicos protagonistas, y es uno de los mayores problemas que tiene.
El papel de Carmen Maura está muy bien a pesar de la poca credibilidad que tiene su acento argentino, y aporta un peso emocional significativo a la narrativa, lo cual es crucial para mantener el interés del espectador. A menudo, la historia se siente más como una serie de eventos repetitivos que como una narrativa coherente. Esto resulta en momentos en los que el ritmo se vuelve tedioso, y la tensión que se espera se disipa.
A pesar de las promesas iniciales, Vieja loca no logra trascender su trama sencilla para ofrecer una experiencia cinematográfica memorable. El final, aunque podría haber sido más impactante, deja a los espectadores con una sensación de haberse quedado a medias, frustrando la expectativa que se generan al principio. En resumen, aunque hay potencial en la idea de partida, la película se queda corta en términos de ejecución y desarrollo de personajes.