Miedo escenico

Adema

Hace unos días, Longi, Cero y yo estuvimos en el Loft. Como había mucha cola decidimos entrar por la otra sala, por la puerta del Razzmatazz. Mientras esperábamos rodeados de una inmensa cola de alterna-kids vimos como no dejaban entrar a un grupo de skins (si parece qua aun existen), así que los tíos se dan la vuelta, con sus cabezas rapadas, sus tejanos a la altura de los tobillos, sus bombers mas pasadas que un disco de lo Pecos y con su mirada de chungos van recorriendo la cola al revés dirigiéndose hasta el final de las vallas. Por el camino se van encontrado con varios chicos con una pinta un poco ambigua y se para gusto delante de uno que esta a un metro mío. Después de mirarle desafiantemente y que el otro se cagase las patas abajo, le pregunta que donde va con esa pinta de mariconazo. Después de esto se empieza a abrir la cola para que pasen sin problemas. Y yo mientras me preguntaba, como es posible que cuatro niñatos hayan acojonado a una cola con mas de cien personas. Yo no soy un tío que vaya buscando peleas, es mas no me he peleado nunca y tampoco es que sea un tío súper valiente ni nada por el estilo, pero tenia claro que no me iban a acobardar esos niños solo por ir vestidos de esa manera y creerse su disfraz.
Parece que pasan los años y algunas cosas no cambian, la gente sigue teniéndole miedo y respeto a unos niños que lo único que necesitan es que les planten cara.

Por cierto, nueva critica de cine en El dia del espectador, Torremolinos 73.


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2 thoughts on “Miedo escenico

  1. pues sí, efectivamente los intolerantes siguen vivos, no se como lo hacen, no se como se aguantan y no se como les aguantan, no entiendo que un look pueda abrirles paso y menos el suyo… quizas porque es bien sabido que si alguien te ataca te quedas solo, poca gente es tan solidaria como para jugarse el culo por otro… esta claro que de haber sabido que iba a tener respaldo, el «pobre mariconazo» les habría plantado cara, aunque en mi opinión, es mejor ignorarles como a perros, lo triste es que ellos tienen cerebro, aunque no lo usen.

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